Dicen que "lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas" pero nosotros vamos a contar un poquito lo que pasa en las Vegas... Básicamente es una ciudad nocturna, quizás porque por el día no hay quien aguante en la calle de calor o quizás porque las luces de los neones de la calle principal, la Strip, nos atraen a todos como a los mosquitos. Es todo gigante y a lo grande, de hecho nos alojamos en el hotel más grande del mundo, el Venetian, inspirado, como su nombre indica, en Venecia.
El viernes depués de dar un paseo por la Strip y acabar con dolor de cuello de tanto mirar hacia arriba decidimos ir a cenar a la torre del Stratosphere, al piso 106, para dejar de mirar hacia arriba y empezar a mirar hacia abajo, aun que no sé si fue buena idea porque es un restaurante circular que va girando para ver todas Las Vegas y yo acabé un poco mareada, aun que mereció la pena, las vistas eran espectaculares.
El sábado dedicamos el día a ir de un hotel a otro pasando de Egipto a París, haciendo escala en Neva York y en Roma en tan solo 4 km. y por la noche, a parte jugar un poco a la ruleta, fuimos a ver un espectáculo que nos recomendaron, Mistére del Circo del Sol.
El domingo nos levantamos y después de despedirnos de Las Vegas con 38°C, fuimos a visitar el Monumento Nacional de Death Valle y, o Valle de la muerte, en español y... no me extraña que lo llamen así porque el calor era abrasador, 45°C. Es un valle que se encuentra 58 m. bajo el nivel del mar en pleno desierto donde el único amigo que encontramos era un coyote al que le caímos bien, jejeje.
lunes, 13 de mayo de 2013
Sexto y septimo día: Las Vegas y Death Valley
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